Nosotros
Nuestra historia
Hace muchos años, en el corazón de Cusco, la aurora más brillante, perdió sus recuerdos. Ella, de luz tenue y color pálido, deambulaba entre los callejones angostos, buscando un espacio donde su brillo pudiera renacer.
En su viaje, cruzó camino con un joven soñador que había dejado su hogar para buscar un futuro en tierras lejanas. Él, imbuido por la sabiduría ganada con los años y la energía del “todo se puede”, se sintió atraído por la aurora perdida. Juntos, decidieron encontrar un lugar donde ella pudiera brillar y recuperar todo su esplendor. Con una maleta llena de años, él regresa a Cusco, su tierra natal, llevando consigo la esencia de la aurora y la necesidad de reencontrar su antiguo hogar, un recinto lleno de historias, recuerdos familiares y amigos.
Este lugar, aunque desgastado por el implacable paso del tiempo, ocultaba un potencial que solo un corazón puro podía descubrir. El joven soñador, que ahora lleva hilos de plata en la cabeza, decidió transformar ese antiguo recinto en algo nuevo y único. Con esfuerzo, dedicación y un toque mágico, el complejo renació como Laurora. Al centro, plantó un árbol, simbolizando el renacimiento de lo perdido. El complejo se llenó de luz, colores vibrantes y una energía que solo se puede comparar con la magia de la vida misma.
Hoy, esta casona es más que un albergue; es el punto donde la luz encontró su camino de regreso. Una luz que ilumina no solo los callejones estrechos de la ciudad, sino también los corazones de aquellos que tienen la fortuna de llamarlo hogar.
Y así, la leyenda de Laurora sigue inspirando a quienes buscan un espacio donde la magia, la historia y el brillo se abrazan para recibirte como en casa.
